viernes, 26 de octubre de 2012

Está claro que

Y llegó el día en que la suma dio positiva. Números verdes. Después de pasar raya vio que, por karma o por azar, era feliz. Un lujo. Miró a sus semejantes, en la misma mesa, los de enfrente y los de costado, otros posibles él, y se sintió satisfecho, o aliviado... o extrañamente hambriento. La costumbre le hizo cuestionar por qué no ir a por lo otro, por la zona negra del mapa por descubrir, que él -lo sabía- llenaba de ilusiones.
El cavernícola aprendió su insignificancia a palos, y cuando quiso sacarle el ciervo al león aprendió a manejar el hambre. Pero aprendió a reprimirlo primero, y a contar ciervos de noche, en lugar de ovejas.
Pero quien saltaba la valla ahora no era otro que él mismo en potencia, es decir, alguien completamente distinto... ahí se dio cuenta que de alguna manera sus infinitos yo, los peores y los mejores -así los ubicaba, de manera escalonada-, de alguna manera se cancelaban, y él -lo sabía- no podía decir que estuviera en la mitad de la tabla, sino un poquito mas arriba. No, bastante más arriba, pues al emprender los cambios estaba potenciando la ubicuidad de la muerte.
Y más vale quieto y vivo, que vivo y muerto... o algo así, pensó.

martes, 2 de octubre de 2012

Tocá

Tocate, tocate... pará, no, tocate esa... ¿Cómo es? Un enano y un maleante, se convierten en amantes, conspiran y matan mutantes.

jueves, 27 de septiembre de 2012

martes, 5 de junio de 2012

El hombre del traje gris.



El tipo, al verme venir, corrió la punta de su saco que invadía mi mitad del asiento doble.
- Si, ¿no viste como estaba en pizarra hoy el dólar? Pasa que en Brasil subió mucho entonces también acá va a seguir subiendo...
Paré la oreja. Tenía que comprar dólares al otro día para comprar un aparatejo; se me ocurrió que podría cambiar algún peso más y sacarle algo de rédito a la charla -o monólogo, para mí- (luego de pensar sobre esta ocurrencia me sentí muy mezquino y se me ocurrió que quizás fuera la excusa perfecta que precisaba para escuchar atentamente una charla y no sentirme un fisgón... pero en fin).
La voz del hombre resonaba en el óminibus; pausada, algo afeminada, hasta familiar. "Un porteño" pensé, y lo miré de reojo. La palabra "Business" y otra que no pude distinguir titulaban el libro que sostenía contra su falda, "third edition" decía en la parte de abajo, lo que de algún modo legitimaba su misterioso contenido y a mi misterioso compañero de asiento de ómnibus.
- ¿QUÉ?... ¿Pero cuando se hace operativo eso?... Ah.... ¿Cuántos puntos? -chasquéo la lengua- Ah, no, no es nada, por más que el IVA baje el dólar va a seguir subiendo... Si, pasa que la cantidad de operaciones en dólares....

Se me hizo muy difícil entender lo que dijo después y me distraje, incluso es posible que esté cometiendo algún error al transcribir sus dichos de memoria. Miré hacia la ventana, a mi derecha, y disimuladamente pude ver su perfil. Rondaría los 35 años, vestía un saco gris y corbata amarilla. Un yuppie tipo.
- Acá bien, pasa que la gente anda como loca en la calle porque hace unos días mataron a un hombre en La Pasiva. Horroroso, mamá.
A mí, que me pone muy incómodo mantener conversaciones en voz alta en los ómnibus ya sea por celular o en vivo (y más con la vieja), me despertó algo cercano a la admiración la falta de vergüenza del hombre.
- Hubo muchísimos robos esta semana y la verdad que la gente está harta. Ayer se juntaron dos mil personas a reclamarle al gobierno, mamá. Porque los están matando. Los están ma-tan-do.

Lo miré nuevamente. Quizás me equivocara pero a juzgar por la cantidad de frases hechas no parecía el tipo de persona con una opinión muy elaborada del tema, que en esos días ya estaba en boca de todos... Imaginé que con suerte el contacto más real que había tenido esta persona con los asaltos había sido la baja en algún indicador X muy determinante para las inversiones en locales gastronómicos y de algún modo muy importante para su bolsillo.
- Si.... si, mamá, lo que vos quieras p... .. no, no...... pasa que... ¿otra vez con el dis-cu-rsito-de-siem-pre?...
Entendí que la madre no estaba de acuerdo con él. Me quedé sin saber si era porque creía exagerados los dichos de su hijo o porque era partidaria de tomar medidas tan drásticas que despertaban su indignación.
"- ¡Que hay que matarlos a todos, te digo!
- ¿Otra vez con el discursito de siempre?"
Podía ser, pero no...
En ese momento mi pintoresco compañero de asiento levantó un poco la voz. Lo que dijo a continuación fue lo que me decidió a escribir sobre el episodio, decidí anotar la frase para que no se me olvidara.
- Pasa... lo que pasa, mamá, es que hay una mala consección (sic) en todo esto y es que el gobierno si no da garantías... Si... si, Bonomi.... además ¿vos viste lo que dijo la mujer, no?

Cerré los ojos y me dejé llevar por el traqueteo del ómnibus. Los asuntos de la agenda binacional fueron pasando como las paradas, Topolasnky, Rodó y Requena, Jorge Batlle, Rivera y Ponce, el dragado del río... El tipo era un flash de noticias, estaba seguro que si me despegaba del asiento lo suficiente podría haber visto a Traverso o a Fernando Vilar en el fondo de sus pupilas pensándolo, y mi compañero siendo pensado, complaciente y ausente a la vez.
- ¿Y que me decís que a Boudou lo encontraron culpable?... Por enriquecimiento ilícito, no se, pero parece que hizo un montón de plata.... No, no, ahora es el vice de Cristina, mamá... Es tremendo, mamá. Si... y hablando de todo un poco hoy me corté el pelo.
"La nota de color, para al final", me dije, sonriendo irónicamente. La siguiente era mi parada, me paré y aproveché a darle una última mirada no ausente de desprecio al objeto de mis razonamientos y prejuicios.
Me bajé del ómnibus, sintiéndome un poco hijo de puta.

domingo, 27 de mayo de 2012

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En estos tiempos de accesibilidad infinita al consumo de libros, revistas, series, y demás, se hace necesaria más que nunca una enorme rigurosidad a la hora de decidir a qué le vamos a dedicar nuestro precioso tiempo finito. Eso, o ser sepultado por el torrente de posibilidades, de hiperinformación.

martes, 24 de enero de 2012

Yes I am.

Soy un yuppie. Y doy asco.